jueves, octubre 18, 2007

Una parte del poemario "Valle del Elqui" de mí mismo...

Canto V

Cerro Mamalluca


Mamalluca, cerro vigilante de ciencias,
Alero de piedra de miradores vicuñianos,
Secante tangente de cóndores ancestrales,
Observador inerte de poetas y artistas.
Dedo gigante apuntando al espacio dócil,
Observador de gigantes musicales.
Te ves tan frío y nocturno.
Por qué miras siempre hacia Vicuña
Y apuntas hacia el cielo sideral?
Buscas una estrella perdida?
Una hálito de vida en el más allá?
Quieres decir que subamos?
Registras gaviotas extraviadas y
Noctámbulos visitantes furtivos y dices:
“Cielo patrio, me clavas como un anzuelo
Y después me encumbras como cometa”.
Te pierdes de deseos fluviales campestres,
Me disipas del valle y de la uva amiga,
Me enclavas vigilando la ciudad como muerto
Qué he hecho para tan noble misión?
O acaso me castigas?
Piensa en mi nombre de flores andinas,
En mi rigidez de aspirante a poeta antiguo,
En mi estampa veinteañera.
En mi inmadurez subterránea de azahar,
En mi no asumir de nuevas maravillas.
Piensa, piensa en los amigos, en la sed,
En la hermandad de la vida nueva,
En la hoz matutina de albahacas y callejas
En el martillo certero en la barrica.
Te asomas entre la montaña gritando
Hacia las estrellas y la bóveda celeste.
El espacio sideral y las nubes de pisco
Son testigos de tu nacimiento elquino.
Mudos los peces del río azul
Se vanaglorian de su paso bajo tu tutela.




La Serena, julio de 2007.

lunes, junio 25, 2007

Historia de pájaros

HISTORIA DE PÁJAROS


Recuerdo uno de los primeros versos que leí del poeta Pablo Neruda: “No soy, sino acompaño los dolores / de los que sufren: son dolores míos. / Porque no puedo ser sin ser de todos \ de todos los callados y oprimidos, / vengo del pueblo y canto para el pueblo”. Por entonces tenía trece años y, hurgando la pequeña biblioteca de la escuela donde estudiaba, me encontré con un libro de castellano 4º medio que habla sobre “teoría del lenguaje”. El libro tenía una magia atrayente, por él desfilaban Huidobro, De Rocka, García Lorca, la Mistral, Guillén y Neruda, entre otros. Fue amor a primera vista. Miré a todos lados... nadie, lo tomé y lo eché a mi bolsito colegial. La idea era leerlo, releerlo y luego devolverlo; sin embargo, no fue así. Reconozco mi falta y debo decir que anduve asustado por el resto del año que quedaba, ya que luego me cambiaban de colegio. Pero al comprender, luego de un arduo trabajo –Era duro de mate, si -, el verso, también de Neruda, que pasó a ser mi favorito: “Como si el llanto fuera una semilla / y yo el único surco de la tierra”. O a Huidobro: “Que el verso sea como una llave / que abra mil puertas”. Ya no me parecía tan grave la falta y estaba más tranquilo. Aún conservo esa reliquia llena de sortilegios y poemas.
Ahí comenzó mi admiración por el “vate del pueblo”, como solía llamarle. Era complicada esa época (hablo del año 1984), no había la libertad para hablar de poesía ni para entonar una canción folclórica, pero, mi hermano y yo nos la arreglábamos. Del sector donde vivíamos salía un bús a Isla Negra todos los 12 de julio, el mitín era auspiciado por el clandestino Partido Comunista. Y nosotros sin ser militantes, meros simpatizantes; nos colábamos en él y partíamos a la casa de Pablo a celebrarle el cumpleaños. “Estense piola, ya que puede llegar la repre y ahí nos cocimos todos”, recomendaba uno en el bús. Bajábamos, y con mi hermano, que era menor, nos perdíamos entre las rocas y leíamos poemas, a la vez que intentábamos componer nuestros propios textos: “Puedo escribir algunos versos esta tarde, / algo sobre tu hogar eterno en Isla Negra: / maestranza de sentimientos, / nido y bajada de las gaviotas, / aroma infinito de amor por la vida”. Era un día al año, tal vez, el mejor de todos. Era peligroso admirar a Neruda, como lo era cantarse una del Quila. Pero era, también entretenido, burlarse de la dictadura y de los “perros” que rondaban la casa.
Luego crecí y no he abandonado mis principios, como otros. Y trato de ir todos los años a entonar el “cumpleaños feliz” a Isla Negra el 12 de julio. La playa se vuelve roja. Se tiñe de escarlata la arena, ondean las banderas y la alegría – del cumpleaños, claro, porque no hay mucho de que reír con el actual sistema. Sin temor le cantamos y recitamos al vate, nos tomamos un buen vino, recordamos, escuchamos música; hay algunos que hacen asados, nosotros somos del pescado frito en el boliche de la esquina. Es un instante de sana felicidad no comprada, de familia. Todavía nos colamos en el bús, por supuesto, sale más barato y hay buena onda. También, nos vamos a las rocas, con la hija, la pareja, el hermano, la novia, la señora, el amigo comunista y la compañera. Y conversamos, leemos, nos impregnamos de magia. Nos embriagamos, también, de poesía y conciencia. Busco en mi bolso, a un costado del matute, está mi tesoro: el libro usurpado a la pobre escuelita, lo abro y leo: “Desde el fondo de ti y arrodillado / un niño triste, como yo, nos mira...”. (1994)

miércoles, junio 06, 2007

Mensaje a los ex ex Ayllantú

Peleas sabrosas con ex Ayllantú


Una vez en una de las reuniones de la célula del Partido Comunista en el que yo milito desde mi época de adolescencia, un compañero y amigo decía: “El fascismo está por doquier, compañeros. Se presenta de muchas diferentes formas y en los más inesperados lugares o ámbitos”. Yo pensé que estaba paranoico debido a su edad y las vicisitudes que tuvo que pasar durante la dictadura. Sin embargo, cada tiempo que pasa me doy cuenta de la verdad y sabiduría que encerraban sus palabras. Pero, en este caso no es el fascismo propiamente tal, sino que la personalidad fascista característica: hitleriana y oscurantista, que provoca el caos y el desdén de las instituciones. Puede ser en un país, una empresa, una unión de pareja o una banda musical. Vemos a estos fascistas (en realidad son personajes que solamente actúan como fascistas, ya que el fascismo igualmente tiene un grado de pensamiento que a estas personas le es completamente ajeno; el “pensar” me refiero) en las escuelas donde trabajamos, a nivel gubernamental, en los partidos políticos, dentro de la municipalidad (qué horror!). En todos lados se eleva a cien grados el agua con las habas hasta que éstas estén blandas. Comúnmente se llama mariconeo o mariconismo (con el respeto que los gay merecen).

Ya es sabido que ex integrantes de la banda han iniciado una campaña vergonzosa (y no sólo en el foro) para todos quienes de alguna u otra forma queremos esta institución musical - con motivaciones más que oscuras – y pretensiones un poco grotescas y más bien patéticas, propias del fascismo. Será, tal vez, el ansia de poder y de tener un protagonismo perdido. No sé, por la mente hitleriana pueden pasar miles de maquiavélicas cosas. Pero tenemos algo que es bueno y que nos diferencia de las aves y de otros animalitos: la conciencia, el darnos cuenta; y creo que nos damos cuenta de lo que pasa, de lo que pasó y de lo que pasaría si volvieran algunos ex integrantes con esta personalidad fascista a la banda. El caos y el desconcierto se apoderarían de todos. Sería como tener a Pinochet en el senado (guácatela!) o una piedra filuda en la alpargata. Casi imposible andar. Si una persona se refiere de mala forma a una institución que lo acogió y que le enseñó, quiere decir que nunca se sintió parte de ella. La pica y la mala onda nunca afectarán el cariño y los momentos vividos en esa entidad. Es como acabar con la polola y después tratarla como el ajo, pelarla. Mala leche fascistoide. Qué relación puede volver a nacer ahí, que no sea una condenada al fracaso y a la pérdida de tiempo.

El avanzar no se refiere siempre a ser mejor en uno u otro ámbito. No se puede ser exitoso en todas las facetas de la vida. La idea es avanzar en ser mejores y buenas personas, lo demás viene solito. Si bien se aceptan todas las recomendaciones y es obvio, el estudiar mejora, se lo vienen a decir a un pedagogo, que en estos tiempos está más preocupado de enseñar que de aprender (aunque valga la recomendación. Gracias). En la escuela uno no sólo aprende contenidos o a tocar la flauta o los tambores, es un aprendizaje integral (la idea es aprender a ser buenos ciudadanos y no hitlerianos que te den la mano mientras con la otra te dan con el puñal por la espalda). En fin no le pediré peras al olmo o a la derecha que sea conciente o al escorpión que no clave su lanza al sapo que lo salva del agua turbia. Ese es uno de los temas.

Otro punto es el para qué se hace música. A esta altura del partido es bien difícil plantear una postura coherente (todos llevamos más de la mitad de vida útil, como músicos y amantes). Si tuviera quince tal vez diría: para ser famoso (aunque es bastante fascista la postura, pero son quince años no más, es visión de niños, no de pelotudos grandes). A mí me encanta leer (y escribir también, creo se nota), lamentablemente no soy niño (ni niña para los suspicaces). Una vez leyendo una entrevista a Desiderio Arenas, autor, entre otras cosas, de la obra Oficio de Tinieblas por Galileo Galilei, musicalizado por Patricio Wang, éste decía: “Yo escribo huevás pa’ que me quieran”… quizás qué mierda significa eso, hasta puede sonar egocéntrico; sin embargo, todos hacemos las cosas por algo (los que somos buenas personas, cosas positivas, los otros…). Que a uno lo quieran no necesariamente se puede lograr a través de una música o un texto perfecto, sino más bien con la humildad necesaria para esperar que simplemente “pasen cosas”, que se provoque un contacto con el que escucha o lee u observa. Tener la ilusión que después de escribir un texto o hacer una música el mundo sea diferente. Entregar algo que sea subversivo, como el amor justamente. O como dice el Maestro Becerra “sacar a la gente de sus casillas hasta que las casillas no existan” (Becerra, Gustavo Becerra, para los hitlerianos que estudiaron cualquier cosa menos historia de la música chilena), más que esperar algo por parte del público es entregar algo propio, íntimo, creo que se trata más de dar que recibir (en todos los ámbitos es mejor dar que recibir, onofre?). Eso es subversivo y romántico. Uno nunca termina de aprender. Siempre somos ignorantes de algo (me suena a Paulo Freire) o alguien. Tendré que aprender a convivir, ya que nunca podré entender a estas mentes enfermizas, arrogantes, hitlerianas y poco ortodoxas que son la piedrecita del sistema, sedientas de poder, que se valen de herramientas tan fascistoides para lograr cometidos individualistas; ya que no piensan en el bienestar de la institución, sino en satisfacer su propia necesidad egoísta y orgullosa de lograr lo que ansían a cualquier precio. Y vaya que lo han logrado innumerables
veces.

jueves, abril 12, 2007

Un verano naranja...

Niebla en Valdivia


Valdivia se duerme con júbilo como dos amantes.
Una gaviota emprende vuelo trinando hacia Niebla.
Los aserraderos emanan olor a pan con chicharrones.
Mancera emerge desnuda y nocturna frente a la caleta.
Los lanchones rompen el agua con sus motores roncos.
El terremoto dejó su huella indeleble por la Costanera.
Los viejos comienzan a echar de menos el verano gentío,
para sumergirse en sus diarios inviernos, solos y tristes.
Las postales están por doquier en este paraíso.
La tarde amenaza con su belleza marina en Corral.
Una gota de frío se pierde en mi mirada horizonte.
Los amigos y hermanos acuden con bríos a la junta…
…Hoy trataremos el día de mañana y el próximo,
debemos apurarnos para tratar todos los días, incluso
aquellos en que ya no pernoctaremos acá, estaremos allá.
Una vez que termine la junta, beberemos nuestra sed.
Ya hubo música y viajes, paseos y canto, qué más!
Mañana habrá de lo mismo y tal vez pescados y pilsen.
Lo demás que ocurra me tiene casi sin cuidado.
Me preocupa la lluvia que ha comenzado a caer ahora.
Yo acá entre los vidrios del mall no la siento. Estoy triste.
Temo salir y no poder tocarla. Tiempo ingrato. La horita.
Ahora el cielo está nublado y hay niebla en Valdivia.
Como que hay Niebla en Valdivia. Niebla es beatiful.
Quiero oír guitarras cantando. Un Schwenke por ahí?,
Un Nilo por acá? una lectura de Manns o Riedemann.
Valdivia me sobrecoge, es como si me alienara.
Me deja vagabundo en Picarte y saciado en Torobayo.
Me llora en Cruces y en Calle Calle me baña de luna.
Amo su historia: Pérez Rosales, la colonización, 1960;
los mapuches, sus fabricas de calzados; sus ríos y valles.
Su cerveza y compañía. Su gente y su clima, mis amigos.
Hoy ya es región nueva, numerada como antigua escuela.
Tenían que pasar tantos años para volver a enamorarme!.
Siento que soy más de acá que de allá, pero mi mente
maleada de bulla y transantiago me vuelve más al centro.
Estando hoy en Santiago de Chile, que nunca será Chile,
me parece escuchar aún la voz de mis amigos:
“Ahí viene la 20, cabros!” Queda cualquier noche. Bacán!.
Mañana tendremos otra junta para ver que haremos los
próximos días. Será una junta noctámbula como las otras,
seguro que será en Niebla, con niebla en Valdivia…


Ronnie Pérez.

A Marcela y Álvaro (güena, güena…)

jueves, octubre 26, 2006

...Rodrigo Otaíza

"...La vida se me fue, se fue la vida...". Así comienza la cueca que hicimos con Rodrigo un día en mi casa luego de algunas copas de tintan que tenía guardadas. Y así se nos va la vida, ay morena! y así se fue Rodrigo, caramba!, anonadado tras sus sueños y luchas que compartíamos, que aún siguen vigentes y que nosotros hemos tratado de traer a la palestra siempre que es menester, de canto y de lucha. Ya sea como Fahena, como músico de otro conjunto, tocando cuecas, haciendo cantar a los cabros chicos de la escuela o armando y desarmando grupos; es decir, de alguna u otra forma, creando música, ya sea para el alma, para el cuerpo, para el amor o por el vil dinero (ja!).
De todas formas mi hermano Rodrigo, siempre ha estado presente en todos los proyectos que he iniciado o mantenido. Fue notable el haberlo conocido. Fue más allá de compartir con un "terrible músico", como decían los cabros de mi escuela que lo vieron tocar para una licenciatura. Es más que eso. No puedo obviar su amistad, compañerismo y confidencialismo. Fue un gran amigo. Muy útil para mí que me gusta travesear por los vaivenes del amor y del dolor; y que muchas veces me confund. Rodrigo fue una salida amiga que muchas veces me libró de malos augurios y fantasmas que siempre han rondado cerca mío. He aquí, en la tormenta, que mi hermano se alzaba con la madurez de sus veintitantos años, entonces, para aconsejar a un lolito de treintitantos, por los surcos desventurados de las relaciones de pareja, que entonces eran tortuosas, como hoy y como siempre.
Nunca hablar ha sido vano, mas aún cuando se hace con verdad, con esa verdad de las personas puras de corazón. Así como el don de la palabra lo tienen algunos, Rodrigo, lo hacía con su guitarra u otro instrumento. Interpretaba sentires, nos traía a colación la revolución, nos empapaba de amores y al final nos reíamos, ja!, nos reíamos de todo y de todos, sin exclusión. Ay de mi hermano, Rodrigo... "...Cuántas noches pasaron, sin dar señales...". Son tantos los recuerdos que afloran al evocar momentos o instantes vividos con Rodrigo, que la quena me llora y la música me tiembla... "...Ay vida mi morena, tengo una pena..."


Rodrigo, tanto tiempo...

Dentro de mis desvaríos emocionales
Y mi prolongación burda de la imagen
De un ser amado que me acompañó,
Me detuve un tiempo a pensar en ti,
No sé si fue la necesidad de hablar,
Como antes, de mis soledades, contigo.
Nunca has estado ausente en mi quehacer,
Siempre has sido el ejemplo y la
Realización de algo para quienes
Habitan conmigo en mis proyectos.
Sin duda, el tiempo raudo corre, y
La vida para quienes “vivimos” se
Nos hace pronta y nos sobrepasa.
A veces pienso estar viviendo mis
Descuentos, como en un partido.
A veces pienso no viable la vida.
Sin creer en el más allá ni el acá,
Tengo la certeza que eres feliz,
Como lo fuimos en tiempos de canto.
Cuando se nos aparecía la música y nos
Perdíamos en el viaje y en el amor.
Nos emborrachábamos de pentagramas,
Y nos bebíamos todo, todo lo bebible.
Qué manera de gozar la vida!, decían.
Pienso que le sacamos el jugo a todos
Los momentos de la vida entonces.
Nos quedaba chica la existencia y
Nos faltaba tiempo para ser individual.
Hermano, tanto tiempo.
Ya son casi tres años de tu viaje y
Parece que aún te lloramos en la estación.
Todavía espero los viernes de ensayo,
Para encontrar palabras a lo sentido,
Ya sea con galletitas o vino alegre.
Tu voz se retuerce en los agudos y
Reímos a cántaros de lágrimas con las
Emociones de la música y el arte sincero.
Qué suerte el encontrarnos en esta vida!.
Qué suerte verte sonreír y tocar guitarras!.
Qué falta haces, hermano, ahora!.
Ahora, que la vida cuesta como siempre,
Necesito el apoyo hermano de tu bondad.
Necesito la seguridad con que me decías:
“Tranquilo, todo se arreglará y será mejor...”





Recuerdos...

...¡Yo canto!, pego un grito ebrio. Al final desafina´o, pero con sentimiento!. Ya poh, Lelu, toca la otra guitarra, sigue a tu maestro, aprende, no querís ser capo como él. Y andrés agarra cualquier instrumento y lo toca como bongó; y Rodrigo se luce . "No se le ven los deos", decía un cabro chico que lo vio tocar en mi escuela. Y Rodrigo achica los ojos mirando pa´ no sé dónde, tratando de agarrar la segunda voz y se va a la "mierda" cantando alto y guitarreando como nunca. Se dan vuelta como dos vasos con copete y en el éxtasis final, Rodrigo da vuelta la guitarra y la percute como tambor y entramos todos en trance inventando ritmos que nadie cacha porque son de ninguna parte, son latinosiderales. Y tocamos, y tocamos hasta que se hinchan los dedos y no caben las manos en los bolsillos. "güena, güena", dice Rodrigo, con una voz ebria y feliz, aprobando la jarana que termina con todos arriba del "Titanic" camino a no sé dónde como a las tantas de la mañana...


jueves, agosto 31, 2006

Música

Oh! la música, la causa y solución a todos los problemas (los míos por lo menos). De alguna u otra forma estamos todos ligados al arte de los sonidos: bailarines, poetas, arquitectos, comunistas, todos los "sensibles", pero con carácter y con ideas. La música es relajo, pasión, baile, sexo, tuto, trabajo. Nada mejor que una noche de pasión después de un concierto o una tocata en alguna peña. Guau! Uf!. La música la lleva. Vivan los músicos...