jueves, junio 26, 2008

Jardín alado

 

A Surimana

Cierta mariposa revolotea alrededor de una sonrisa

Se pierde en su trabajo buscando la palabra

Encuentra el canto dentro de una lágrima de sal

Encuentra un llanto dentro de la risa menuda

Ha encontrado su alma gemela en una nube.

Vuela, vuela mariposa de la maestranza

Mariposa marina,

Mariposa del surco herido.

Buscad los destinos que hay en el vocablo,

En las flores, en los que sufren, en los pobres.

Enciende las llamas con tus alas de cristal,

Prende los fuegos con los principios de la mañana.

Pinta, mariposa, de azul los estandartes,

                                           los estadios

                             los panales

                  la vida

mi sonrisa.

Vuela, vuela mariposa dentro de mi espacio boreal

Mi plaza diáfana,

Mariposa del cielo herido.

Soñad con las cortinas de la libertad detenida

Recoge los epigramas que dejaron los ausentes

Apaga los dolores con el himno de tus labios.

Pinta, mariposa, de flores los engranajes,

Las noches

              La desesperanza

                                 La injusticia

                                                Mis amores.

Mariposa, que si encuentras dolores ajenos

Y los sientes como propios,

Verás que te he envenenado con mis llagas.

Mariposa, vuela siempre aunque perdida

Aunque enlutada de amantes,

Vuela por las soledades de la vida,

Como una golondrina en mar abierto,

Como una gaviota perdida en un bote triste.

Vuela siempre mariposa

Y aunque encuentres sal en el camino

O lágrimas en los besos amigos

Buscad siempre en las sonrisas

Aquellas palabras que florecen como poemas.

jueves, junio 19, 2008

Canto al tiempo

Rompiendo el mar me vine hasta tu gruta
Cruzando azul tu manto cristalino.
Llego hasta aquí garante de gaviotas
Sembrando mil graznidos por tu arena lunar.
Huelga de hoz tu bosque que más quiero
Como un zorzal perdido entre tu embrujo
Me acerco al lar prohibido de las hojas
Y esbozo un pasto tierno
Como el viento que brilla
Viajante cerro arriba
Urgente de coral.
Volcán de oro que ruges como pez
Entre las nubes sedantes de corbata.
Siento mi voz quebrada entre los sitios
Donde se armó la historia
Donde quedó el dolor.
La primavera enciende
Su graznate
Juglar de turno que opina
Sin dudar.
Son esas flores que vuelan
Por tu duelo
Que arriman mi bandera
Del juicio terrenal.
Que vive en penumbras
Que incita a morir.

Subes de nuevo cenizas a mi mente
Queriendo huir lejano de pañuelos.
Siento pasar la mano de la ensaña
Blandiendo fiera espada
Como cazando brujas,
Exilio lapidar.
Pretendo ir al campo de batalla
Con la vihuela sensible y cristalina.
Ir más allá de todo lo vivido
Perdido en tu labranza
Y tus cabellos finos.
Llegar a ti ausente en la victoria
Y en su lugar mil voces que arremeten.
La paz es hoy un árbol de aquel cerro
Donde sembré mi llanto
Donde volví a sembrar,
La ruta de mi historia
Diez copas y un panal.
Zumbando voy tu bosque de ataduras,
Queriendo amar aquello lo imposible.
Crepuscular mi manta me recoge
Enciende los caminos donde poder bregar.
Buscando el lecho donde acostar la muerte,
Viajando a otro sueño
Lujuria en tu mirar,
Volcando mi desvelo
Con esta tierna edad.


(Mi Homenaje para mis Treinta y Seis)

El trabajo de la primavera (A Salvador Allende en su Centenario"

Dejemos que florezca la primavera
Con su traje de luces marinas,
Aunque sería necesario ocultar el gris.
Dejemos que florezca con su luna mineral
Y con su artesanía de maderas nobles
Aunque el amor no esté presente.
Démosle espacio a las flores y al canto,
Al verde violáceo de su poesía,
Aunque hallamos enterrado
A nuestros muertos.
Dejemos que el tiempo cumpla su plan
Que se refresquen las justicias,
Que se reparen los daños causados,
Que nos devuelva la ternura,
Aunque ya nadie piense en esto.
Sigamos el camino trazado por los viejos,
Detengamos el tiempo y devolvamos la mirada
Retomemos la calle, el arte y la bandera;
Y, por qué no una metralla?
Un laúd?
Un sombrero?
Una estrella?
Una nube?

Dejemos que la primavera continúe su trabajo
Y prosperemos con ella,
Con los mártires en la memoria y en el espejo,
Con los sueños truncos olvidados,
Con la certeza de lo nuestro y el pan de noche
Amargo.
Avancemos como la primavera,
De amor llenemos los recodos y los cielos,
Inundemos de lisonjas nuestras poblaciones,
Renovemos nuestros saldos,
Los deberes que caminan por nuestro flanco.
Ayudemos a la primavera en su recorrido,
Más flores menos llanto,
Más risas menos lamentos,
Más patria menos dolores
(Dólares)
Sembremos para una buena cosecha
Ahora es el tiempo maduro de arar,
Se acerca la primavera,
En septiembre volverá.

lunes, mayo 19, 2008

Un navegante en San Bernardo

(Discurso pronunciado con motivo de la entrega de premios al profesor artista e intelectual)


Nací en un pueblito dominado por un cerro tutelar incaico, limitado por tierras de cultivo, el río Maipo y la capital. Nací a principios de los setenta en un tiempo de humo y llovizna, bajo el alero tibio de un sistema social que marchaba hacia la justicia máxima y democrática, de la mano del único presidente que llevó al pueblo hacia sus conquistas más importantes, Salvador Allende. Vi la luz en un hospital de madera, muy cerca de mi actual escuela, donde reinaba la paz de roble antiguo y la armonía parroquial. San Bernardo, mi ciudad de toda la vida, me vio deambular por sus calles, piedras y cuarteles. Supo de mis amores y desventuras. Se ha enterado de mis vuelos nocturnos y resacas matutinas; de mis andares navegantes por sus cerros y callejas. Cómo no he de quererle!. Pero, han pasado los años de la primera infancia y me encontré arriba de una bicicleta corriendo por los colores de esta mi comuna, jugué fútbol por Magallanes, corrí por la Maestranza arrancando de los guardias, sentí el rocío del amanecer en la estación, mis primeros besos en la Avenida Portales, me sentí Atahualpa en el Pukará. Seguí mar adentro. Hice de amigos y más amigos, hermanos, compañeros. Con algunos de ellos nos iniciamos a la música en el Liceo de Hombres. Crecí sin darme cuenta, como no me daba cuenta de cómo hacía tanto con tan poco y en tan poco tiempo. Así, creo, nacen los maestros y crecen los artistas.


La pedagogía llegó a mi navegar de la mano de los acordes de una guitarra y de unos deseos enormes de cambiarlo todo (sigo pensando lo mismo). Ahora divagando, es verdad que la vida fluye y que se hace camino sin muchas veces saber adónde nos conducirá, como un bote sin remos, a la deriva; prefiero vivir como hubiese querido vivir Borges: descalzo y sin tantas preocupaciones o como Huidobro, al segundo. Mi mujer, la música, me llamó desde las aulas donde estudié y de ahí nací, nuevamente nací a vivir, nuevamente a vivir, ahora la profesión linda que llegó a mí estando en Chinquihue, el llamado. Siempre supe que todos los docentes de la patria tenían su gracia artística o una suerte de mística o prestidigitación: músicos, poetas, escritores, albañiles, electricistas, boteros, políticos, como en la vida, porque también se enseña desde la experiencia y el ejemplo, como aprendí de mis primeros maestros. De aquellos, recuerdo a muchos, especialmente de la Escuela 3, República del Brasil y del Liceo de Hombres, donde empecé mi formación humana e integral, acá hay algunos de ellos. Y me gusta volver a estos lugares a oler el tiempo y la nostalgia, a reencontrarme con mis amigos, hacer los recorridos antiguos y evocar. Pero, todo cambia: cambió el triste gris castrense de un septiembre para olvidar por un arcoiris de marzo que se ha ido destiñendo con el tiempo. Murió el miedochet un diciembre y la injusticia se ha ido encarcelando en octubre, como un exilio. Ha renacido la cultura, la música y la poesía, en abril. Para renacer ha nacido, para reinventarse en el amor y la armonía.



Como músico y profesor viajero, trotador y constructor, he recorrido el sur de Chile y el norte memorable. He ido aprendiendo de pescadores, artesanos, gente de la calle, mineros y del bosque fluvial. Mi bagaje navegante lo proyecto al aula y a los niños. Otro mundo, otra realidad, otros paisajes, otras gentes se aparecen. La pifilka y la trutruca se funden en la lucha mapuche y en el we tripantu que se acerca. Mi guitarra se escuda del puelche y del frío. Veo una niña, Gabriela, en Montegrande, cantando, creando. Danzan las aves en Lonquimay y en Valdivia hay una luna que se baña en el río, donde yacen muertos unos cisnes en nombre del progreso. Cómo se les cuenta Chile a los niños?. Sólo el maestro tiene esa capacidad de relatar y enseñar nada más que con su presencia, como los sabios griegos o la machi milenaria y su cultrún. Sólo el maestro enseña desde el corazón. Nosotros vemos a los niños como el soporte futuro de la sociedad chilena y vemos, también, un poco de nuestros sueños truncos torciéndole la mano con barricadas al destino en esos niños inquietos y cada vez más violentos. Solamente nosotros vemos en ellos una nueva oportunidad para nuestro país.

La invitación que me han hecho para hoy me pedía hablar un poco de mi experiencia pedagógica, la cual resumo en lo siguiente: “a mi lado derecho en la sala de mi escuela hay una guitarra que siempre me mira, y frente a mí hay muchos niños esperando que esa guitarra cante, cuente y encante con su sonido mágico y su sonrisa festiva”.

Gracias por la invitación y por la oportunidad de estar junto a todos estos grandes maestros de San Bernardo.

Buenas tardes.



Abril 30 de 2008

lunes, abril 07, 2008

En el Sur I

 

Temuco aparece sombrío y nocturno fuera del Terminal. Recién despierta a la vida matutina bajo Ñielol. Lonquimay ende la cordillera nos espera tras los saltos inmemoriales: El Indio y La Princesa como en un beso se diluyen hacia el mar esquivando caminos, piedras, bosques y cantos de aves danzarinas.

El Sol no deja de azotar las carnes y ya parece que el invierno no asusta a La Araucanía. El Lonquimay emerge como un crustáceo en el mar y mira desesperadamente buscando al Llaima que le hace señas de humo. Qué paisaje, qué clima!

Y volver, volver a Temuco y al Ñielol para seguir avanzando hacia el Sur. Valdivia me espera con amigos, vino y guitarra; con Niebla al borde del abismo, con la presencia española y los bosques de alerce milenarios. Allá voy, conociendo mi Chile...

viernes, enero 04, 2008

Rodri, 2008

Aquí entierro mis versos

con el afán que echen raíces

y te busquen en las profundidades

de la corteza terrestre.

No tengo mejor forma de hallarte

y se hace necesaria la comunicación

en el contexto que sea.

Apartaré la tierra y te hallaré

en el remanso del abismo.

Estarás con tu guitarra,

unas hojas con música y

algunas fotos familiares.

En algún rincón de tu morada

estarán nuestros nombres bajo

los pseudónimos de tus bandas

que no te olvidan.

Te llevaré vino y flores,

Qué más se necesita aquí o allá?

Te diré algunas cosas y

dejaré que hables mucho.

Tal vez no lo harás,

pero me basta con cantar.

Cantaremos canciones nuevas,

a nuevas revoluciones e

ignorados compañeros.

Te mostraré algunos textos

y los leerás sonriendo

con tu menuda y socarrona

sonrisa de aprobación.

Haremos un gran asado,

Y por qué no?,

Luego que aparte la tierra.

Seremos por primera vez libres.

Quién nos dirá lo que hacer o comer?

Si evitar el café o bañarnos en sal.

Nos reiremos del mundo y

pintaremos todo de azul,

total siempre fue nuestro color.

Izaremos nuestra bandera

y pintaremos un mural.

Cosecharemos la uva

y sembraremos primaveras.

El nuevo año dejará de ser lo que es.

Inventaremos un nuevo tiempo

y un nuevo sistema de números,

un calendario de arcilla…

Tanto haré cuando aparte la tierra

para vivir mi nueva muerte!

martes, diciembre 18, 2007

Me arrepiento

De lo no vivido y lo no actuado,

me arrepiento.

De lo no logrado y lo perdido,

me arrepiento,

De dejar ir amores complejos,

me arrepiento.

De mis dolores viejos,

me arrepiento.

De no haber cantado lo suficiente,

me arrepiento.

De no haber bebido en exceso,

me arrepiento.

De no hacerme pedazos comiendo,

me arrepiento.

De no terminar muchos poemas,

me arrepiento.

De no haber querido hablar contigo,

me arrepiento.

De no correr lo suficiente,

me arrepiento,

De no haber amado tanto,

me arrepiento.

De haber confiado en ti,

me arrepiento.

De no haber confiado en ti,

me arrepiento.

De no haber bailado tanto,

me arrepiento.

De escuchar tanto a Silvio,

me arrepiento.

De perdonar conductas impropias,

me arrepiento.

De no exigir más justicia,

me arrepiento.

De pensar tanto en ti,

me arrepiento.

De no haber tirado más piedras,

me arrepiento.

De no haber hecho más el amor,

me arrepiento.

De no asesinar asesinos,

me arrepiento.

De no escupir generales,

me arrepiento.

De no haber sembrado más semillas,

me arrepiento.

De no haberte dado un último beso,

me arrepiento.

De no haber dormido tanto,

me arrepiento.

De haber creído en los políticos,

me arrepiento.

De no haberte dicho adiós,

me arrepiento.

De no solucionar muchos problemas,

me arrepiento.

De no ser capaz de volver a empezar,

me arrepiento.

De no exigirme al máximo,

me arrepiento.

De haberte odiado tanto,

me arrepiento.

De no cantar mejor,

me arrepiento.

De no ser un buen padre,

me arrepiento.

De no haber hecho feliz a mi pareja,

me arrepiento.

De haber sufrido tanto,

me arrepiento.

De haberle sonreído tanto al mundo,

me arrepiento.

De no quererte como quisiera,

me arrepiento.

De no haberte matado, muchas veces,

me arrepiento.

De no hacer de la música mi vida,

me arrepiento.

De haber engañado mucho,

me arrepiento.

De haberte vuelto a ver,

me arrepiento.

De no callar cuando debía,

me arrepiento.

De haberte dejado escapar,

me arrepiento.

De haber mentido tanto,

me arrepiento.

De escribir tanto sin dar conmigo,

me arrepiento.

De no tener más valor,

me arrepiento.

De no haber besado a todas las mujeres,

me arrepiento.

De no abrazar a mis amigos,

me arrepiento.

De que haya gente que no me quiere,

me arrepiento.

De no haber visitado más cementerios,

me arrepiento.

De no recorrer más hospitales,

me arrepiento.

De no enamorarme de las mariposas,

me arrepiento.

De no creer en dios,

me arrepiento,

porque de los arrepentidos

es el reino de los cielos.

 

 

Madrugada del 29 de noviembre de 2007 a las 00:15 horas.

martes, diciembre 11, 2007

El árbol

 

El

árbol

de mi casa

está llorando.

Dice que no ve a través

de la cerca que da a la calle.

Yo le digo que no esté más triste,

que pronto crecerá hasta el cielo y

que el rocío bajará por sus ramajes,

que los gorriones harán de él su nuevo hogar.

Arbolito de mi casa que llorando y triste estás,

deja tu queja y tu pena, ya que nuevos días vendrán.

Alégrate, ríe y serénate, que mañana con el sol crecerás.

Para el

árbol de

mi casa

que cree

y sueña,

como yo.

 

Junio de 1998

Mc Donnald´s o la papa frita infame del capitalismo

 

Allí estaba yo, día domingo, siete de la tarde, haciendo una larga cola para comprar una Cajita Feliz a mi hija, que se había quedado cuidando la única mesa disponible del lugar. La cola avanzó. – Buenas tardes, ¿Qué desea el Caballero? - Yo murmullo entre dientes: “Eliminar la Burguesía como clase”. – Perdón, ¿Cómo dijo? - Ehhhh... me vende una Cajita Feliz y una Fanta, para hacer más “Fantá”stico este momento -. Luego de un ratito (la rapidez característica de la comida basura) voy con mi bandejita abriéndome paso entre el tumulto de gente. Llego por fin donde la Suri, mi hija, que me recibe contenta estirándome los brazos. Veo en derredor los rostros embobados de la gente mirando a sus niños como gozan esos minutos de felicidad. Mi hija come esa especie de pollo cubierta con un batido fome como el que hace mi vieja para el pescado frito (nugget de pollo, le llama) mirando una de las “teles” de 20 pulgadas que adornan los muros de aquel Mc Donnald´s.colectivobrp_017

Mientras ingiero mi bebida, doy nuevas ojeadas al lugar cuando veo una camisa artesanal con un rostro del Che en el frente. El joven que la lleva puesta me mira extrañado mientras pienso que el Che no se lleva en ninguna parte, salvo en la conciencia, y tampoco se muestra, sino que se sigue su ejemplo.

La Suri observa la TV sin pestañear. – ¿Qué ves?- le pregunto. - El Cartoon Network- me contesta con un inglés casi perfecto a pesar de sus seis años de edad. Así funciona la cosa, empiezo a divagar, cuando de pronto frente a mí aparece una figura de colores. – Es Ronald- me dice la Suri – el payaso de Mc Donnald´s-. Ahí me viene a la memoria un capítulo de “El Factor Humano” de Canal 2, cuando unos punkies protestaban contra los pollos plásticos de este restorán, y uno de ellos empezó a corear “Al payaso... a pegarle al payaso...”. Se me soltó una leve carcajada, mientras Ronald le tomaba la mano a mi hija y le dice no sé qué y le entrega una figurita de Snoopy.

Mc Donnald´s, nugget, chicken, cartoon network, Ronald... la cabeza me comienza a dar vueltas. Y así dicen que un profesor debe ser neutral, pienso enojado, mientras nuestros niños viven a cada segundo bombardeados por la propaganda capitalista, que, valga decirlo, es muy efectiva; ya que se dirige a ellos y no a nosotros que ya tenemos nuestras ideas formadas. Lo siento, caballeros, yo no transo con el sistema, y les aseguro que haré ver la otra cara de la moneda.

Ya estoy en mi casa y pongo en la radio una música de Los Jaivas, así como para volver a mi onda. Mientras pienso en este mundo de Bilz y Pap, en el cual caemos con tanta facilidad en el burdo juego del sistema, que nos va rodeando con una seducción tan mentirosa como la papa frita plástica que me ofreció mi hija allí en el Mc Donnald´s y a la cual no me pude rehusar, ya que la Suri me cautiva con esos grandes ojos y me hace hacer todo lo que ella quiere, más que bien es mi hija y ya tendrá tiempo para darse cuenta de toda esta farsa.

Febrero 28 de 1999

Nota al pie: a 12 de diciembre de 2007, mi hija todavía no se da cuenta de la farsa antes mencionada… (estaré fallando en algo?).

lunes, diciembre 03, 2007

Las cadenas

Las cadenas son ataduras de los hombres.

Y suenan con cada movimiento.

Los atan a la muerte y al mercado,

Al capital y a los poderosos.

Basta un certero golpe o uno ligero,

O un rudo mordisco entero

Para soltar las amarras de hierro.

Cuando sucede lo insucedible,

Un hombre nuevo nace a la vida,

Con miras y pensamiento acertado,

Con la verdad de su visión enfrente

Como levantando una espada para

Enfrentar a un ejército de soldados,

Esclavos del odio y el dinero.

Este hombre habla y convence,

Los débiles lo siguen y se suman,

Se suman los fuertes como árboles,

Como barricadas a torcer el destino,

El destino son más cadenas,

Se vienen otras diferentes, de hierro

Que nublan los caminos

Evitando el encuentro de los hombres.

Hay que romper las cadenas y soltar

Las amarras del pensamiento,

Las cadenas son ataduras de los hombres.

Mayo 24 de 2001

martes, noviembre 27, 2007

Mi historia pasada... En dos tiempos... Para ti, nena...

1. En lo qué será? (a Silvio…)


Qué será de aquel tiempo y la angustia
de saber si nos encontraríamos?
Acaso el destino me puso unos zapatos
que me han llevado por otros caminos?
A dónde fueron esos días pequeños
en que dormía tranquilo por las noches
para luego abrir los ojos con sólo un destino?
En qué se ha convertido la vida y
cuál será el futuro que depara mi actuar?
Dónde están los caminos planificados?
Acaso se perdieron con mis botas y mi lucidez?
o será que el tiempo te engulle con su engaño.
Lo de antes y la simpleza de andar,
a dónde va? Se irá con la tarde?

Qué fue de nuestra senda futura?
de nuestro vivir y morir juntos?
Qué se hizo nuestra vida? a dónde fue?

Por dónde se escaparon los pensamientos
Que me guiaban hacia ti? acaso se van?
Qué se me hicieron tus ojos de un día de mayo?
Cómo fue que me llevaron a diciembre?
Cómo se fue de mis manos tu encanto?

(Ahora el apuro y las puertas se me cierran
Y todo parece hacer el doble de daño).

A dónde fue tu sonrisa y tu mirada?
acaso flotan no muy lejos de aquí.
Quizá los cristales rotos de fin de año
se los llevaron para no volver jamás
junto a mi sangre joven de abril.

Qué paso con la cotidianeidad de compartir?
Por dónde se fue el calor?
Será que nada vuelve a lo que fue?

A dónde se fue todo lo vivido?
Será que todo se entierra bajo un árbol.
Será que todo se hunde bajo el mar.
Será que lo escrito lo lleva el viento.
Será que el amor se convierte en lágrima.
Será que la convivencia choca en un muro.
Será que algunas manos y besos no
encuentran nunca más su camino?.

Pero, a dónde va todo?
Dónde está el lugar en que todo se encuentra?
Dónde está la felicidad toda?
O será nada más que cuando uno duerme es feliz?

Podrá ser que todo vuelva a ser algo?
o todo algo ya se fue para no ser más?
Tanta angustia durante toda mi vida,
a dónde va?
A dónde irán estos versos?
Se irán donde todos los días...
a morir en la noche.
Lo seguro es que se irán...
pero, a dónde van?.



Octubre 20 de 2005, en el ocaso...”Hay de estos días terribles...”


2. Reminiscencias (lo que quedó de lo que era)


Me es imposible abstraerme de lo vivido, lo lidiado y lo soñado.
Tanto fue lo que vivimos juntos que me parece menos que ayer.
Por lo mismo ni una sola gota de olvido suda de mis manos,
ni una lágrima de amor corre por mis venas altaneras.
Todo parece que se fue por un camino angosto a la soledad.
Se fue dando tumbos de ebrio por las veredas incómodas.
Se alejó para siempre lejos de mi voz y mi canto doliente,
se fue para acallar voces que a la distancia me atormentaban.
Todo se ha ido, tus recuerdos, tu sonrisa y tu rostro menudo,
tus encantos de madre, tu fragilidad de madera, tu llanto.

Pero, te he visto recorrer mis calles y caminar mis barrios.
Te he visto andar en el parque de la mano de otro iluso, como yo.
Tu mirada se perdió en tus pasos bajo mis ojos incrédulos.
Un cigarro, qué más puedo hacer? fumar, notar el humo;
verlo como se pierde por el mismo camino angosto a la soledad.
No puedo decir que me causa indiferencia o dolor o alegría;
me toca como un poema, como una canción antigua;
me trae a colación miles de presencias que no quieren viajar,
porque son reminiscencias mías entrelazadas con las tuyas,
son imágenes perversas que me atan aún a tus ojos tristes de mayo.

Qué tarde de primavera! Qué sol abrasador! Qué sorpresa!
Pasaste por mi lado escondiendo lo más bello de la vida,
tu mirada, que buscó una llaga en el camino, una herida en la tierra.
Quizá trató de evitar una memoria, que al final siempre es amarga.
No te vi dichosa, ni abatida; te vi pensando, evitando, perdiendo.
Esa es la realidad del encuentro furtivo de aquella tarde calurosa:
perdiste, perdí, perdimos para siempre lo que nunca tuvimos,
aquella ilusión perversa de cambiar nuestros mundos y el de los demás.
Perdimos para siempre la sociedad ambigua que lleváramos,
te perdiste para siempre de mis brazos y mis ojos sesgados.

Pero, ya no se puede sollozar por lo que no volverá o lo que no será.
Cabe mirar adelante fundado en el presente de riña y canto.
Revolverse en la semilla junto a la tierra, bebiendo sed y agua.
Revolcarse en el lecho buscando asirse de algo que está más allá.
Envolverse en un manto alegre de amistades y vino, en la poesía.
He creado un monstruo y ese es mi gran tormento en este día.
Te hice a mi imagen y semejanza y te apareces en mis avenidas;
escuchas mis cantos y visitas mis desiertos. Te apareces secreta.
Verte es como verme, es como vernos en lo que fuimos tanto tiempo.
No me hace daño. Me provoca, me provoca esto… lo que ahora escribo.



Sábado 24, noviembre 2007… A dónde va la sorpresa casi cotidiana del atardecer… (Silvio de mierda!).

...Y nada más...

Camino al Valle

Canto I


Sinuoso, serpenteante, vago camino;
la tarde refleja tu beso de luna,
tus manos de trigo, cariño de valle.
Hilarante seco de gracia, rubio de calles.
Me acogiste entre tus cerros tutelares.
Gabriela vive en tu nombre y tus montañas
y en el río que te sustenta gracioso.
Me espía la noche con su viento taciturno.
Abajo reclaman su ruta hacia el mar,
codeándose digno entre estrellas y lunas.
Lleno de gracia se ondea entre nubes y
entre los álamos grita su canto de lluvia.
Remueve entre montañas su canto serpentino.
Elqui, memorable de sufridos cánticos,
de noches titilantes y de senderos antiguos.
Me amparaste entre tu valle luminoso y tus rutas.
Tus caricias difíciles y tu amor furtivo
me mimaron con gracia y con nimbos eternos.
Veo correr a una niña, Lucila, entre tus brazos.
Vislumbra un camino de continentes azules
y yerras naciones que renacen con la aurora.
Mis manos se entretejen en tus montañas,
se arropan de follajes breves en tu silueta.
Se inspiran de las constelaciones mañosas
que abogan por tus montes sobre el riachuelo.
Frío, viento, callejones oscuros y abismantes.
Camino abajo entre mis sueños descanso
para huir fugitivo entre el camino complicado
de una tarde radiante de músicas diversas.
Quieren trabajar las estepas y las sombras;
Los racimos y la subida difícil de cuestas y arreboles.
Desean paz de árboles, brisas y cantos sombríos.
La vida es difícil y noctámbula en tu valle luz.
Se acurruca entre tus árboles y plazas.
Tus iglesias que emergen de la oscuridad y
de entre la juventud que visita tus uvas eternas
y compra anillos y aros para la posteridad.
Elqui, célebre de viajes siempre vivos,
de novas fugaces y constelaciones refulgentes,
de caminos de tierra y el río cantando,
de vegetación frondosa con remos de viento.
Valle, flor de esta región observadora.
Maraña de apéndices y venas sangrantes
que el cándido sol acogió bendito de cielos.
Protege el canto de la bella Mistral que no cesa,
que fulgura con luces de peces abisales,
que trae el encanto de campos silvestres.
Se escucha al fondo arrodillado el río. Su ímpetu.
Hijo nacido de edenes, de planetas, de pájaros.
Tu tierra, bendición de parras y mujeres,
fábrica de estertores de plata. No calles.
No mueras en un llanto de lluvias.
Sobrevive a los tiempos y a la soledad.
Entre caminos lúgubres escribo, bajo tu manto.
Me canta el río con su voz ingenua, serena y vivaz
y su noche, me acurruca con su frío alegre e inocente.


La Serena, martes 17 julio 2007

lunes, noviembre 12, 2007

Mi noche frente al mar

Luces cerca del puerto
la noche cae mansa sobre el mar.
Se quiebra mi voz al hablar,
el cigarro solo se consume.
El faro, las sirenas nada importa,
das la vuelta y te vas.
Enciendo otro cigarro y
veo como el humo
se pierde en la noche.
La gente apura sus pasos,
su hogar tranquilo los espera.
Ahí estoy sentado frente al mar.
Tu lado a mi lado
lo sitia el silencio.
Silbo suave una canción alegre que,
Sin embargo, suena triste.
Las estrellas lo acogen
con su dulce y parpadeante mirar.
Pienso tantas cosas
y enciendo más otro cigarro
que solo se consume.



Santiago, febrero de 1998.

jueves, octubre 18, 2007

Una parte del poemario "Valle del Elqui" de mí mismo...

Canto V

Cerro Mamalluca


Mamalluca, cerro vigilante de ciencias,
Alero de piedra de miradores vicuñianos,
Secante tangente de cóndores ancestrales,
Observador inerte de poetas y artistas.
Dedo gigante apuntando al espacio dócil,
Observador de gigantes musicales.
Te ves tan frío y nocturno.
Por qué miras siempre hacia Vicuña
Y apuntas hacia el cielo sideral?
Buscas una estrella perdida?
Una hálito de vida en el más allá?
Quieres decir que subamos?
Registras gaviotas extraviadas y
Noctámbulos visitantes furtivos y dices:
“Cielo patrio, me clavas como un anzuelo
Y después me encumbras como cometa”.
Te pierdes de deseos fluviales campestres,
Me disipas del valle y de la uva amiga,
Me enclavas vigilando la ciudad como muerto
Qué he hecho para tan noble misión?
O acaso me castigas?
Piensa en mi nombre de flores andinas,
En mi rigidez de aspirante a poeta antiguo,
En mi estampa veinteañera.
En mi inmadurez subterránea de azahar,
En mi no asumir de nuevas maravillas.
Piensa, piensa en los amigos, en la sed,
En la hermandad de la vida nueva,
En la hoz matutina de albahacas y callejas
En el martillo certero en la barrica.
Te asomas entre la montaña gritando
Hacia las estrellas y la bóveda celeste.
El espacio sideral y las nubes de pisco
Son testigos de tu nacimiento elquino.
Mudos los peces del río azul
Se vanaglorian de su paso bajo tu tutela.




La Serena, julio de 2007.

lunes, junio 25, 2007

Historia de pájaros

HISTORIA DE PÁJAROS


Recuerdo uno de los primeros versos que leí del poeta Pablo Neruda: “No soy, sino acompaño los dolores / de los que sufren: son dolores míos. / Porque no puedo ser sin ser de todos \ de todos los callados y oprimidos, / vengo del pueblo y canto para el pueblo”. Por entonces tenía trece años y, hurgando la pequeña biblioteca de la escuela donde estudiaba, me encontré con un libro de castellano 4º medio que habla sobre “teoría del lenguaje”. El libro tenía una magia atrayente, por él desfilaban Huidobro, De Rocka, García Lorca, la Mistral, Guillén y Neruda, entre otros. Fue amor a primera vista. Miré a todos lados... nadie, lo tomé y lo eché a mi bolsito colegial. La idea era leerlo, releerlo y luego devolverlo; sin embargo, no fue así. Reconozco mi falta y debo decir que anduve asustado por el resto del año que quedaba, ya que luego me cambiaban de colegio. Pero al comprender, luego de un arduo trabajo –Era duro de mate, si -, el verso, también de Neruda, que pasó a ser mi favorito: “Como si el llanto fuera una semilla / y yo el único surco de la tierra”. O a Huidobro: “Que el verso sea como una llave / que abra mil puertas”. Ya no me parecía tan grave la falta y estaba más tranquilo. Aún conservo esa reliquia llena de sortilegios y poemas.
Ahí comenzó mi admiración por el “vate del pueblo”, como solía llamarle. Era complicada esa época (hablo del año 1984), no había la libertad para hablar de poesía ni para entonar una canción folclórica, pero, mi hermano y yo nos la arreglábamos. Del sector donde vivíamos salía un bús a Isla Negra todos los 12 de julio, el mitín era auspiciado por el clandestino Partido Comunista. Y nosotros sin ser militantes, meros simpatizantes; nos colábamos en él y partíamos a la casa de Pablo a celebrarle el cumpleaños. “Estense piola, ya que puede llegar la repre y ahí nos cocimos todos”, recomendaba uno en el bús. Bajábamos, y con mi hermano, que era menor, nos perdíamos entre las rocas y leíamos poemas, a la vez que intentábamos componer nuestros propios textos: “Puedo escribir algunos versos esta tarde, / algo sobre tu hogar eterno en Isla Negra: / maestranza de sentimientos, / nido y bajada de las gaviotas, / aroma infinito de amor por la vida”. Era un día al año, tal vez, el mejor de todos. Era peligroso admirar a Neruda, como lo era cantarse una del Quila. Pero era, también entretenido, burlarse de la dictadura y de los “perros” que rondaban la casa.
Luego crecí y no he abandonado mis principios, como otros. Y trato de ir todos los años a entonar el “cumpleaños feliz” a Isla Negra el 12 de julio. La playa se vuelve roja. Se tiñe de escarlata la arena, ondean las banderas y la alegría – del cumpleaños, claro, porque no hay mucho de que reír con el actual sistema. Sin temor le cantamos y recitamos al vate, nos tomamos un buen vino, recordamos, escuchamos música; hay algunos que hacen asados, nosotros somos del pescado frito en el boliche de la esquina. Es un instante de sana felicidad no comprada, de familia. Todavía nos colamos en el bús, por supuesto, sale más barato y hay buena onda. También, nos vamos a las rocas, con la hija, la pareja, el hermano, la novia, la señora, el amigo comunista y la compañera. Y conversamos, leemos, nos impregnamos de magia. Nos embriagamos, también, de poesía y conciencia. Busco en mi bolso, a un costado del matute, está mi tesoro: el libro usurpado a la pobre escuelita, lo abro y leo: “Desde el fondo de ti y arrodillado / un niño triste, como yo, nos mira...”. (1994)

miércoles, junio 06, 2007

Mensaje a los ex ex Ayllantú

Peleas sabrosas con ex Ayllantú


Una vez en una de las reuniones de la célula del Partido Comunista en el que yo milito desde mi época de adolescencia, un compañero y amigo decía: “El fascismo está por doquier, compañeros. Se presenta de muchas diferentes formas y en los más inesperados lugares o ámbitos”. Yo pensé que estaba paranoico debido a su edad y las vicisitudes que tuvo que pasar durante la dictadura. Sin embargo, cada tiempo que pasa me doy cuenta de la verdad y sabiduría que encerraban sus palabras. Pero, en este caso no es el fascismo propiamente tal, sino que la personalidad fascista característica: hitleriana y oscurantista, que provoca el caos y el desdén de las instituciones. Puede ser en un país, una empresa, una unión de pareja o una banda musical. Vemos a estos fascistas (en realidad son personajes que solamente actúan como fascistas, ya que el fascismo igualmente tiene un grado de pensamiento que a estas personas le es completamente ajeno; el “pensar” me refiero) en las escuelas donde trabajamos, a nivel gubernamental, en los partidos políticos, dentro de la municipalidad (qué horror!). En todos lados se eleva a cien grados el agua con las habas hasta que éstas estén blandas. Comúnmente se llama mariconeo o mariconismo (con el respeto que los gay merecen).

Ya es sabido que ex integrantes de la banda han iniciado una campaña vergonzosa (y no sólo en el foro) para todos quienes de alguna u otra forma queremos esta institución musical - con motivaciones más que oscuras – y pretensiones un poco grotescas y más bien patéticas, propias del fascismo. Será, tal vez, el ansia de poder y de tener un protagonismo perdido. No sé, por la mente hitleriana pueden pasar miles de maquiavélicas cosas. Pero tenemos algo que es bueno y que nos diferencia de las aves y de otros animalitos: la conciencia, el darnos cuenta; y creo que nos damos cuenta de lo que pasa, de lo que pasó y de lo que pasaría si volvieran algunos ex integrantes con esta personalidad fascista a la banda. El caos y el desconcierto se apoderarían de todos. Sería como tener a Pinochet en el senado (guácatela!) o una piedra filuda en la alpargata. Casi imposible andar. Si una persona se refiere de mala forma a una institución que lo acogió y que le enseñó, quiere decir que nunca se sintió parte de ella. La pica y la mala onda nunca afectarán el cariño y los momentos vividos en esa entidad. Es como acabar con la polola y después tratarla como el ajo, pelarla. Mala leche fascistoide. Qué relación puede volver a nacer ahí, que no sea una condenada al fracaso y a la pérdida de tiempo.

El avanzar no se refiere siempre a ser mejor en uno u otro ámbito. No se puede ser exitoso en todas las facetas de la vida. La idea es avanzar en ser mejores y buenas personas, lo demás viene solito. Si bien se aceptan todas las recomendaciones y es obvio, el estudiar mejora, se lo vienen a decir a un pedagogo, que en estos tiempos está más preocupado de enseñar que de aprender (aunque valga la recomendación. Gracias). En la escuela uno no sólo aprende contenidos o a tocar la flauta o los tambores, es un aprendizaje integral (la idea es aprender a ser buenos ciudadanos y no hitlerianos que te den la mano mientras con la otra te dan con el puñal por la espalda). En fin no le pediré peras al olmo o a la derecha que sea conciente o al escorpión que no clave su lanza al sapo que lo salva del agua turbia. Ese es uno de los temas.

Otro punto es el para qué se hace música. A esta altura del partido es bien difícil plantear una postura coherente (todos llevamos más de la mitad de vida útil, como músicos y amantes). Si tuviera quince tal vez diría: para ser famoso (aunque es bastante fascista la postura, pero son quince años no más, es visión de niños, no de pelotudos grandes). A mí me encanta leer (y escribir también, creo se nota), lamentablemente no soy niño (ni niña para los suspicaces). Una vez leyendo una entrevista a Desiderio Arenas, autor, entre otras cosas, de la obra Oficio de Tinieblas por Galileo Galilei, musicalizado por Patricio Wang, éste decía: “Yo escribo huevás pa’ que me quieran”… quizás qué mierda significa eso, hasta puede sonar egocéntrico; sin embargo, todos hacemos las cosas por algo (los que somos buenas personas, cosas positivas, los otros…). Que a uno lo quieran no necesariamente se puede lograr a través de una música o un texto perfecto, sino más bien con la humildad necesaria para esperar que simplemente “pasen cosas”, que se provoque un contacto con el que escucha o lee u observa. Tener la ilusión que después de escribir un texto o hacer una música el mundo sea diferente. Entregar algo que sea subversivo, como el amor justamente. O como dice el Maestro Becerra “sacar a la gente de sus casillas hasta que las casillas no existan” (Becerra, Gustavo Becerra, para los hitlerianos que estudiaron cualquier cosa menos historia de la música chilena), más que esperar algo por parte del público es entregar algo propio, íntimo, creo que se trata más de dar que recibir (en todos los ámbitos es mejor dar que recibir, onofre?). Eso es subversivo y romántico. Uno nunca termina de aprender. Siempre somos ignorantes de algo (me suena a Paulo Freire) o alguien. Tendré que aprender a convivir, ya que nunca podré entender a estas mentes enfermizas, arrogantes, hitlerianas y poco ortodoxas que son la piedrecita del sistema, sedientas de poder, que se valen de herramientas tan fascistoides para lograr cometidos individualistas; ya que no piensan en el bienestar de la institución, sino en satisfacer su propia necesidad egoísta y orgullosa de lograr lo que ansían a cualquier precio. Y vaya que lo han logrado innumerables
veces.

jueves, abril 12, 2007

Un verano naranja...

Niebla en Valdivia


Valdivia se duerme con júbilo como dos amantes.
Una gaviota emprende vuelo trinando hacia Niebla.
Los aserraderos emanan olor a pan con chicharrones.
Mancera emerge desnuda y nocturna frente a la caleta.
Los lanchones rompen el agua con sus motores roncos.
El terremoto dejó su huella indeleble por la Costanera.
Los viejos comienzan a echar de menos el verano gentío,
para sumergirse en sus diarios inviernos, solos y tristes.
Las postales están por doquier en este paraíso.
La tarde amenaza con su belleza marina en Corral.
Una gota de frío se pierde en mi mirada horizonte.
Los amigos y hermanos acuden con bríos a la junta…
…Hoy trataremos el día de mañana y el próximo,
debemos apurarnos para tratar todos los días, incluso
aquellos en que ya no pernoctaremos acá, estaremos allá.
Una vez que termine la junta, beberemos nuestra sed.
Ya hubo música y viajes, paseos y canto, qué más!
Mañana habrá de lo mismo y tal vez pescados y pilsen.
Lo demás que ocurra me tiene casi sin cuidado.
Me preocupa la lluvia que ha comenzado a caer ahora.
Yo acá entre los vidrios del mall no la siento. Estoy triste.
Temo salir y no poder tocarla. Tiempo ingrato. La horita.
Ahora el cielo está nublado y hay niebla en Valdivia.
Como que hay Niebla en Valdivia. Niebla es beatiful.
Quiero oír guitarras cantando. Un Schwenke por ahí?,
Un Nilo por acá? una lectura de Manns o Riedemann.
Valdivia me sobrecoge, es como si me alienara.
Me deja vagabundo en Picarte y saciado en Torobayo.
Me llora en Cruces y en Calle Calle me baña de luna.
Amo su historia: Pérez Rosales, la colonización, 1960;
los mapuches, sus fabricas de calzados; sus ríos y valles.
Su cerveza y compañía. Su gente y su clima, mis amigos.
Hoy ya es región nueva, numerada como antigua escuela.
Tenían que pasar tantos años para volver a enamorarme!.
Siento que soy más de acá que de allá, pero mi mente
maleada de bulla y transantiago me vuelve más al centro.
Estando hoy en Santiago de Chile, que nunca será Chile,
me parece escuchar aún la voz de mis amigos:
“Ahí viene la 20, cabros!” Queda cualquier noche. Bacán!.
Mañana tendremos otra junta para ver que haremos los
próximos días. Será una junta noctámbula como las otras,
seguro que será en Niebla, con niebla en Valdivia…


Ronnie Pérez.

A Marcela y Álvaro (güena, güena…)

jueves, octubre 26, 2006

...Rodrigo Otaíza

"...La vida se me fue, se fue la vida...". Así comienza la cueca que hicimos con Rodrigo un día en mi casa luego de algunas copas de tintan que tenía guardadas. Y así se nos va la vida, ay morena! y así se fue Rodrigo, caramba!, anonadado tras sus sueños y luchas que compartíamos, que aún siguen vigentes y que nosotros hemos tratado de traer a la palestra siempre que es menester, de canto y de lucha. Ya sea como Fahena, como músico de otro conjunto, tocando cuecas, haciendo cantar a los cabros chicos de la escuela o armando y desarmando grupos; es decir, de alguna u otra forma, creando música, ya sea para el alma, para el cuerpo, para el amor o por el vil dinero (ja!).
De todas formas mi hermano Rodrigo, siempre ha estado presente en todos los proyectos que he iniciado o mantenido. Fue notable el haberlo conocido. Fue más allá de compartir con un "terrible músico", como decían los cabros de mi escuela que lo vieron tocar para una licenciatura. Es más que eso. No puedo obviar su amistad, compañerismo y confidencialismo. Fue un gran amigo. Muy útil para mí que me gusta travesear por los vaivenes del amor y del dolor; y que muchas veces me confund. Rodrigo fue una salida amiga que muchas veces me libró de malos augurios y fantasmas que siempre han rondado cerca mío. He aquí, en la tormenta, que mi hermano se alzaba con la madurez de sus veintitantos años, entonces, para aconsejar a un lolito de treintitantos, por los surcos desventurados de las relaciones de pareja, que entonces eran tortuosas, como hoy y como siempre.
Nunca hablar ha sido vano, mas aún cuando se hace con verdad, con esa verdad de las personas puras de corazón. Así como el don de la palabra lo tienen algunos, Rodrigo, lo hacía con su guitarra u otro instrumento. Interpretaba sentires, nos traía a colación la revolución, nos empapaba de amores y al final nos reíamos, ja!, nos reíamos de todo y de todos, sin exclusión. Ay de mi hermano, Rodrigo... "...Cuántas noches pasaron, sin dar señales...". Son tantos los recuerdos que afloran al evocar momentos o instantes vividos con Rodrigo, que la quena me llora y la música me tiembla... "...Ay vida mi morena, tengo una pena..."


Rodrigo, tanto tiempo...

Dentro de mis desvaríos emocionales
Y mi prolongación burda de la imagen
De un ser amado que me acompañó,
Me detuve un tiempo a pensar en ti,
No sé si fue la necesidad de hablar,
Como antes, de mis soledades, contigo.
Nunca has estado ausente en mi quehacer,
Siempre has sido el ejemplo y la
Realización de algo para quienes
Habitan conmigo en mis proyectos.
Sin duda, el tiempo raudo corre, y
La vida para quienes “vivimos” se
Nos hace pronta y nos sobrepasa.
A veces pienso estar viviendo mis
Descuentos, como en un partido.
A veces pienso no viable la vida.
Sin creer en el más allá ni el acá,
Tengo la certeza que eres feliz,
Como lo fuimos en tiempos de canto.
Cuando se nos aparecía la música y nos
Perdíamos en el viaje y en el amor.
Nos emborrachábamos de pentagramas,
Y nos bebíamos todo, todo lo bebible.
Qué manera de gozar la vida!, decían.
Pienso que le sacamos el jugo a todos
Los momentos de la vida entonces.
Nos quedaba chica la existencia y
Nos faltaba tiempo para ser individual.
Hermano, tanto tiempo.
Ya son casi tres años de tu viaje y
Parece que aún te lloramos en la estación.
Todavía espero los viernes de ensayo,
Para encontrar palabras a lo sentido,
Ya sea con galletitas o vino alegre.
Tu voz se retuerce en los agudos y
Reímos a cántaros de lágrimas con las
Emociones de la música y el arte sincero.
Qué suerte el encontrarnos en esta vida!.
Qué suerte verte sonreír y tocar guitarras!.
Qué falta haces, hermano, ahora!.
Ahora, que la vida cuesta como siempre,
Necesito el apoyo hermano de tu bondad.
Necesito la seguridad con que me decías:
“Tranquilo, todo se arreglará y será mejor...”





Recuerdos...

...¡Yo canto!, pego un grito ebrio. Al final desafina´o, pero con sentimiento!. Ya poh, Lelu, toca la otra guitarra, sigue a tu maestro, aprende, no querís ser capo como él. Y andrés agarra cualquier instrumento y lo toca como bongó; y Rodrigo se luce . "No se le ven los deos", decía un cabro chico que lo vio tocar en mi escuela. Y Rodrigo achica los ojos mirando pa´ no sé dónde, tratando de agarrar la segunda voz y se va a la "mierda" cantando alto y guitarreando como nunca. Se dan vuelta como dos vasos con copete y en el éxtasis final, Rodrigo da vuelta la guitarra y la percute como tambor y entramos todos en trance inventando ritmos que nadie cacha porque son de ninguna parte, son latinosiderales. Y tocamos, y tocamos hasta que se hinchan los dedos y no caben las manos en los bolsillos. "güena, güena", dice Rodrigo, con una voz ebria y feliz, aprobando la jarana que termina con todos arriba del "Titanic" camino a no sé dónde como a las tantas de la mañana...


jueves, agosto 31, 2006

Música

Oh! la música, la causa y solución a todos los problemas (los míos por lo menos). De alguna u otra forma estamos todos ligados al arte de los sonidos: bailarines, poetas, arquitectos, comunistas, todos los "sensibles", pero con carácter y con ideas. La música es relajo, pasión, baile, sexo, tuto, trabajo. Nada mejor que una noche de pasión después de un concierto o una tocata en alguna peña. Guau! Uf!. La música la lleva. Vivan los músicos...